Fidel y García Márquez fueron grandes amigos

La Habana, Cuba.- La hermandad es una preciosa joya que con franqueza pocas personas atesoran, y Fidel es una de esas. Su relación entrañable con Gabriel García Márquez es un paradigma.

En una crónica publicada en 2002 en el periódico Granma Internacional, el líder de la Revolución Cubana cuenta que, sin saberlo, El Gabo y él coincidieron con 21 años, en Colombia en 1948 durante el Bogotazo.

Un encuentro fortuito allí los puso frente a frente, y casi medio siglo después reconocieron con exactitud la ocasión de aquel insospechado momento en que estuvieron juntos.

Tal vez la magia o los azahares del destino forjaron en García Márquez y Fidel una amistad y hermandad ejemplares, que los mantuvo unidos en disímiles momentos: infortunados unos, y regocijantes otros; pero siempre al tanto uno del otro, teniendo como vínculo la defensa de la Revolución Cubana.

Fidel y El Gabo, juntos en la literatura

Una muestra de la confianza de la hermandad entre Fidel y García Márquez, lo confesó este último al afirmar que, en ciertas oportunidades, antes de entregar una obra a edición, daba a leer los originales a Fidel.

Precisó El Gabo que así ocurrió con su novela Crónica de una muerte anunciada, en la cual Fidel halló una imprecisión que pudo ser corregida.

Lo mismo sucedió con Del amor en los tiempos del cólera, en que el líder de la Revolución sugirió al Gabo añadirle más años a un caballo para que así un episodio de la trama fuera más creíble.

Gabriel García Márquez y Fidel Castro batallaron en la misma trinchera de ideas; juntos contribuyeron a elevar la cultura en nuestras tierras de Latinoamérica, y sembraron un ejemplo imperecedero de amistad, fraternidad y hermandad.

 

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