Holguín, Cuba. – Reconocimientos a libreros e impresores, imprescindibles para la industria editorial, sirvieron de colofón, en Holguín, a la XXXII edición de la Feria cubana del Libro en su noche final.

Con gala de clausura la víspera, en el salón Santa Palabra de la Casa de la Música de la Egrem, la cita cerró su programa reiteradamente elogiado por los visitantes que realzan la hospitalidad de sus anfitriones y eficaz desempeño de los organizadores.

Previamente se entregó el Premio a la Mejor Edición de los sellos territoriales, concedido por el jurado a la matancera Ediciones Aldabón en la persona de Daniel Cruz, por el libro Las aguas y el espejo. Especulaciones sobre poesía, de Virgilio López Lemus.

La feria del libro en Holguín festejó el décimo aniversario del sello universitario Conciencia Ediciones y el 65 de la Biblioteca Provincial Alex Urquiola.