El destacado y reconocido actor cubano de la radio, el cine y la televisión, Rogelio Blaín, quien tuvo una larga y fructífera carrera que avala el cariño, el respeto y la admiración de todo su pueblo, falleció este domingo tras sufrir una larga y penosa enfermedad.

Nacido en la Habana el 24 de agosto de 1944 es considerado uno de los actores más destacados de nuestra pantalla chica.

Comenzó como aficionado y en 1966 Humberto Solás, quien estaba buscando actores para hacer Lucía, lo seleccionó para un importante papel: el de Antonio, en el segundo cuento del filme.

En las tablas conoció a sus entrañables amigos Enrique Molina y Enrique Almirante; la televisión le presentó en múltiples espacios seriados, como Enrique de Lagardere, que llevó a Blaín a la cúspide de la popularidad, así como Grandes Novelas y Horizontes, entre otros.