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La Habana, Cuba. – Como parte de la Feria Internacional del Libro de La Habana este jueves se entregaron los premios Alejo Carpentier y Nicolás Guillén, máximos reconocimientos literarios que concede el Instituto Cubano del Libro a escritores cubanos vivos.

El Colegio San Gerónimo de La Habana acogió la entrega de los lauros: el Alejo Carpentier en cuento fue para Cuarenta vasos de vodka, de Rogelio Riverón; en Novela venció Voy a escribir la eternidad, de Francisco López Sacha, y en Ensayo, Socorro, no soy un subversivo, de Joaquín Borges-Triana.

El premio Nicolás Guillén de Poesía lo obtuvo La guagua de Babel, de Carlos Esquivel; y ganaron menciones el cuaderno Taladro, de Víctor Fowler, y el poemario de Alberto Marrero El verbo y la cifra.

Desde su fundación en 2000 este concurso incita a la creación de obras literarias y reconocer a los talentosos escritores en las diferentes categorías premiadas.

La Feria del Libro da sorpresas

En la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, Araceli García Carranza, sobresaliente bibliógrafa, recibió el homenaje de Graziela Pogolotti, Miguel Barnet y Omar Valiño, quienes presentaron el libro La obra de Araceli García Carranza Bassetti.

El volumen aproxima a la encomiable hoja de vida de García Carranza, marcada por la investigación, su producción bibliográfica y su desempeño excepcional como jefa del departamento de Investigaciones de la Biblioteca Nacional de Cuba José Martí.

La novela Sangra por la herida, de Mirta Yáñez, se presentó este jueves también en la UNEAC, y al decir de su autora, reconocida intelectual y profesora universitaria, es uno de sus textos más preciados.

Ana Margarita Mateo, ensayista y crítica literaria, aseveró que esa obra narrativa con el tiempo alcanza más valía y que a pesar de que hace diez años vio la luz, hoy mantiene plena vigencia en el panorama literario cubano.

Homenaje a heroínas cubanas

El Pabellón Nuestra Historia: Mi Moncada hoy, de la fortaleza de San Carlos de La Cabaña, presentó los libros Melba, mujer de todos los tiempos y La pasión que me llevó al Moncada.

El texto acerca de Melba Hernández Rodríguez del Rey, de la autora Margarita Ilisastigui Avilés, retrata el quehacer de una mujer excepcional que desde 1953, no descansó en su quehacer revolucionario.

La pasión que me llevó al Moncada, de la historiadora Yolanda Portuondo, es una obra testimonial que descube los orígenes, desempeño, y la batalla de Haydée Santamaría como luchadora por nuestra emancipación definitiva.

Los textos se presentaron en su versión digital en la Feria Internacional del Libro en La Cabaña motivados por el aniversario 70 de las acciones del 26 de Julio y al 170 del natalicio de Martí.