La Habana, Cuba. – Cambiar la visión sobre la cerámica artística y utilitaria, y emprender caminos que renueven la forma de hacer, fue uno de los objetivos que llevaron a inaugurar hace 6 años La Casa de la Cerámica en Santiago de Cuba.

Impulsar el desarrollo de esta especialidad hizo que la institución tomara como centro el rescate de valores culturales y la creatividad, apostando por la calidez de lo tradicional y la elegancia de lo vanguardista.

En ese tránsito, La Casa de la Cerámica ha tratado de regenerar e influir sobre la realización de piezas de diseño, trasgrediendo procedimientos y trabajando sobre lo funcional y lo conceptual en busca de nuevas visualidades y dejando a un lado el ser reproductivos.

Entonces ideas, texturas, formas y colores brotan de la experimentación con el material, y de un trabajo que se erige como un gran horno donde se cuecen sueños que parten del barro y el fuego.