Payasos, malabaristas, patines acrobáticos, cintas aéreas, suiza, aro y contorsiones trajo el Circo Nacional de Cuba a Sancti Spíritus, un espectáculo que llena de alegría a todos en la familia y que regala diversión, arte y cultura.
Es así que bajo el título El circo por siempre se unieron casi medio centenar de artistas para rememorar las producciones circenses de las generaciones de los años 70 y 80 en Cuba.
Por esa razón el público espirituano pudo disfrutar del emblemático Cabaret Tropicana de La Habana, así como de invitados del Ballet de Camagüey y artistas llegados de España, Colombia, México y Argentina.
La función, con un gran sello de cubanía, vino con mucho movimiento, quizás por esa máxima de que el circo se siente y se vive, y no faltaron los aplausos para la Compañía Havana con su número del mástil acrobático o el pole aéreo.