La Habana, Cuba. – El bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos contra Cuba es el más prolongado y cruel que haya conocido la historia de la humanidad, y forma parte esencial de su política de hostilidad y agresiones contra el pueblo cubano.
Su objetivo, definido desde el 6 de abril de 1960, ha sido la destrucción de la Revolución cubana: «(…) a través del desencanto y el desaliento basados en la insatisfacción y las dificultades económicas (…) negarle dinero y suministros a Cuba, para disminuir los salarios reales y monetarios, a fin de causar hambre, desesperación y el derrocamiento del gobierno (…)».
Constituye, asimismo, un componente fundamental de la política de terrorismo de Estado que, de forma silenciosa, sistemática, acumulativa, inhumana y despiadada, afecta a la población sin distinción de edad, sexo, raza, credo religioso o posición social.
La cultura se encuentra entre los sectores de gran impacto social que han sido tradicionalmente afectados por las restricciones del bloqueo. Durante cerca de 60 años la política del gobierno de los EE.UU ha bloqueado la circulación del arte cubano por el mundo, persiguiendo y censurando su acción, así como extendiendo su estrategia de aislamiento a las grandes corporaciones internacionales de la información y los circuitos de circulación del arte. Al propio tiempo, trata de visibilizar y legitimar productos anticubanos y promueve aparentes artistas totalmente desconocidos, en aras de desacreditar la obra de los verdaderos exponentes de la cultura cubana, cuya inmensa mayoría vive y trabaja en Cuba.
A propósito de que el próximo 23 de junio la Asamblea General de Naciones Unidas considerará la resolución para poner fin al bloqueo de Estados Unidos contra la Isla, Radio Cadena Habana, emisora de la música cubana, pone a disposición de los lectores este dossier, en el que se ha compilado un grupo de artículos publicados en diferentes momentos y en diversos medios, los cuales abordan el impacto que tiene en la cultura cubana las limitaciones impuestas por el criminal bloqueo.