La Habana, Cuba. – Como la más hermosa reverencia que un artista pueda dar calificó la primera bailarina Viengsay Valdés el tributo a Fidel que el Ballet Nacional de Cuba ofreció en su retorno al Gran Teatro Alicia Alonso en el cuarto aniversario de la desaparición física del líder cubano.

Esta es una noche especial, afirmó la directora general de la compañía, porque marca la presencia del ballet de nuevo a la sala, y además porque se dedica a quien se preocupó desde siempre por la cultura y por el ballet, al que contribuyó decisivamente a su masificación.

La función constituyó también reconocimiento a los trabajadores de la salud quienes se consagran a salvar vidas frente a la pandemia.

El repertorio del Ballet Nacional abarcó el grand pas de quatre; La muerte de un cisne; Vals; el pas de deux de la Flauta Mágica y de Prólogo para una tragedia, Paso a tres y muto.