Un modelo de la casa natal del Apóstol se exhibe en la Fragua Martiana

La Habana, Cuba.- Generaciones de cubanos crecimos escuchando la canción infantil que marcaba la impronta del lugar de nacimiento de nuestro apóstol: “Aquella casita, en la calle de Paula, con su tejadillo de rojo color…” La letra resuena instantáneamente al contemplar la fachada de la casa. Los simples rasgos arquitectónicos de su exterior acogen una intimidad repleta de historia; la sencillez de la vivienda y del mobiliario, atestigua el entorno humilde en el que creció nuestro José Martí.

Es una verdadera dicha para los cubanos no solo contar con el lugar de nacimiento del apóstol, sino también con una amplia gama de objetos recopilados que dan fe de su labor política y de su vida personal.

La Casa Natal, situada en la calle que hoy se nombra Leonor Pérez, posibilita la emoción de compartir un espacio físico con “el maestro” que traspasa toda barrera temporal. La distribución de las salas de exposición guía al visitante por las diferentes etapas de su vida. Correspondientes a su niñez, se exponen objetos de uso cotidiano de su madre, indumentaria perteneciente a su canastilla, fotografías de sus hermanas, pero lo que más resalta es ese lugar en el que una tarja indica el lugar exacto de su nacimiento.

Transcurren las salas y con ella fragmentos de la vida del Apóstol: su deportación a España, su viaje a México y Guatemala, su breve regreso a la patria, su nueva deportación y estancia en Estados Unidos, el paso de Martí por Venezuela y el retorno final a Cuba, son algunos de ellos.

Pasajes importantes de su vida personal como su boda con Carmen Zayas-Bazán y el nacimiento de su hijo José Francisco están bien ilustrados en el Museo mediante fotografías y cartas. De igual forma, refleja la estrecha relación de Martí con sus hermanas, las amistades imperecederas del apóstol con Rafael María de Mendive, Fermín Valdés Domínguez y Manuel Mercado.

En la esfera política, se aprecia a través de documentos oficiales y cartas la intensa labor desempeñada en la preparación de la Guerra Necesaria. También se vislumbran escritos imprescindibles en el corpus literario martiano, entre ellos, El presidio político en Cuba, La Revista Universal, Amor con amor se paga y La Edad de oro.

En relación a la muerte de Martí, se exhibe una vitrina en la cual reposan los objetos que portaba el Apóstol al caer en combate en Dos Ríos.

Con la visita al Museo Casa Natal de José Martí se complementa la vida de un hombre que traspasó sus propias limitaciones y superó obstáculos en pos de la libertad de su país.