La Habana, Cuba. – Un estudio desarrollado hace más de un lustro por la Universidad de Ciencias Médicas de Villa Clara identificaba los criterios de algunos padres santaclareños sobre el consumo de las tecnologías de la información y las comunicaciones en niños menores de tres años.

Los principales resultados de esa pesquisa demostraban que los progenitores de niños menores de tres años, en su gran mayoría, ignoran y no reconocen los peligros en torno a las afectaciones que la exposición a las tecnologías puede producir a mediano y largo plazos.

Consideran que ese tipo de consumo facilita el cuidado del menor y permite atender otras labores domésticas, ofrece tiempo libre y constituye una actividad segura. Tales concepciones de los padres favorece incluso el uso excesivo de las tecnologías por los infantes, algo que ha aumentado en los últimos años con la expansión de la telefonía móvil y la internet.

El desconocimiento es peligroso

Estudios realizados por el Centro de Investigaciones Sociales sobre el consumo de televisión en Cuba han evidenciado también la escasa supervisión de los adultos en el consumo televisivo de los menores.

Asimismo, se ha identificado una preferencia infantil por espacios de adultos, sobre todo programas musicales de la noche, telenovelas o humorísticos. Todo ello habla de la baja percepción de riesgo y del desconocimiento que tienen padres y tutores en torno a los peligros que se corren con una exposición excesiva de los niños a pantallas, tanto televisivas como de tabletas y teléfonos móviles.

Y esa baja percepción de riesgo es resultado de la poca información que tiene la población sobre un problema que se ha ido generalizando en la sociedad cubana actual. Por ello, urgen acciones comunicativas de promoción y una mayor concientización al respecto.