Científicos del Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian, en Estados Unidos, han calculado la escala de una teoría conocida como PANSPERMIA, que presupone que la vida del Universo se puede distribuir por meteoroides, asteroides, planetoides y otros cuerpos celestes.

Esta línea de pensamiento se basa en que los microorganismos y los precursores químicos de la vida, pueden sobrevivir cuando se transportan entre sistemas estelares.

Gracias a un modelo analítico, los investigadores han demostrado que en la Vía Láctea se intercambiarían los componentes necesarios para la vida, un proceso que también podría extenderse en el ámbito intergaláctico.

Este estudio podría tener grandes implicaciones para nuestra comprensión del origen de la vida; así, los organismos necesarios para ese paso podrían haber llegado a la Tierra desde otro sistema estelar o, incluso, desde otra galaxia.