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La Habana, Cuba. – Nacido en tierras de Lagos de Moreno, en Jalisco, fue Ciudad de México la que dio el adiós a Carlos González Peña, el 1ro de agosto de 1955.

Hombre de letras, se inscribe en la historia de estas como cuentista, dramaturgo, ensayista, novelista, periodista y crítico literario; y descolló como acucioso investigador de la gramática castellana, a la que dedicó la mayor parte de su prolongada vida.

Tuvo reconocimiento esa paciente labor de estudio, pues en 1921 le otorgaron el tan preciado nombramiento de Académico de la Lengua, de donde fue censor y ocupó el cargo hasta su muerte.

El escritor Carlos González Peña dejó su impronta en una prosa limpia y de suma corrección y como gramático es de su autoría el Manual de la gramática castellana: Arreglado en lo fundamental conforme a la doctrina de don Andrés Bello.

Rápidas del autor

El escritor y crítico literario Carlos González Peña dejó entre sus obras la Historia de la Literatura Mexicana, publicada en 1928, y cuyo texto se convirtió en consulta recurrente.

Entre sus crónicas y ensayos valen mencionar El patio bajo la luna, El hechizo musical y Gente y paisajes de Jalisco; y como autor de novelas destacan La chiquilla y La fuga de la quimera, publicadas con un intermedio de 12 años.

Fundador de las revistas Teatro y Música, México, Vida Moderna y El Universal Ilustrado, muchos de sus trabajos los firmó con los seudónimos Maese Pedro, Carlos D González, Arkel, Cuitláhuac y Perengano.

A Carlos González Peña se le reconoce como profesor de Español y Literatura de la Universidad Nacional y por su participación en la creación del Ateneo de la Juventud, movimiento de significativa importancia cultural en México.