Camagüey, Cuba. – Con amplias extensiones de tierra y una fuerte tradición ganadera, Camagüey tiene posibilidades de aprovechar más el encadenamiento entre los distintos actores económicos.

Sin embargo, no se puede perder de vista el carácter básico de la producción agropecuaria, de la cual se deriva una buena parte de las materias primas para los procesos industriales.

Dispuesta a fortalecer tales relaciones está la industria alimentaria en el territorio agramontino, con representativos colectivos donde se implementan estrategias ante la obsolescencia tecnológica y el déficit de componentes básicos de importación.

Entre las más alentadoras noticias, anunciadas por Raúl Ramírez Rodríguez, coordinador del Ministerio de la Industria Alimentaria en Camagüey, está la ejecución de un proceso inversionista en el Combinado Cárnico César Escalante, ascendente a 2 millones de euros.

Aprovechar potencialidades, esa es la cuestión

Cerrar ciclos productivos y diversificarse están entre los objetivos inmediatos de la industria alimentaria camagüeyana, la cual se propone crear un polo propio que tribute a parte de su autoabastecimiento.

De ese entramado forma parte la Empresa Pesquera PESCACAM, cuyo director general, Armando Pacheco, resalta la necesidad de crecer, pues de un potencial de 20 mil hectáreas para la acuicultura no se logra la mitad de su explotación.

Mientras, la Empresa de Productos Lácteos mantiene buenos nexos con la de Conservas de Vegetales como alternativa ante limitaciones con saborizantes importados, y entre sus metas está asegurar un pago más ágil a los productores de leche y saldar deudas.

Sin dudas la creatividad resulta clave para las empresas estatales cubanas en un contexto económico complejo que demanda optimizar cada recurso disponible.