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Cienfuegos, Cuba.- Muchas felicidades para Alexis Díaz Cruz, así comienzan las primeras líneas de una breve reseña publicada en el perfil de Facebook de la Dirección Municipal de Educación, en Rodas, como homenaje a un gran formador de generaciones de pioneros.

Junto a ese hijo de Cartagena, poblado del municipio de Rodas, muchos jóvenes y adultos recuerdan las aventuras en campaña, sus buenos consejos para aprender a brindar los primeros auxilios, descifrar una clave secreta o vencer una carrera con obstáculos en las competencias de exploradores.

La huella del profesor humilde y sabio trasciende más allá del pueblo del lechuzo, pues su historia aparece en cada campamento donde trabajó, en cada villa pioneril está Alexis tan pionero como aquellos que hoy con orgullo portan sus pañoletas.

Horas antes del día del educador, puede decirse con alegría, muchas felicidades Alexis; gracias por tu vocación.

Aprendí mucho de Fidel

Alexis Díaz Cruz no siempre fue tranquilo y comedido, pues en su adolescencia mostró la rebeldía de esa etapa, pero una tarea inesperada cambió su vida para siempre.

Con menos de 25 años, cuando trabajaba en el Campamento de pioneros Ismaelillo, de Cienfuegos, acudió a un llamado para viajar a La Habana, integrar el comité organizador del primer Congreso de pioneros y cuando menos lo esperaba conoció a Fidel Castro.

Relata con orgullo las veces que el Comandante en Jefe se reunió con los jóvenes para revisar cada detalle sobre su estancia en la primera cita nacional y había que saber de todo, enfatiza, porque Fidel lo sabía y comprobaba con mucha precisión.

Sus manos, la voz pausada y la pregunta inesperada permanecen en el recuerdo de Alexis, el flaco de Cartagena que conoció de cerca a Fidel y lo inspiró para ser ejemplo entre sus alumnos.