La Habana, Cuba. – ¿Qué hace falta para que las personas dejen de tirar papeles y latas a la calle, o poner la música a altos decibeles? ¿Medidas, leyes, campañas publicitarias? Eso ya lo tenemos… La basura es un gran problema que provoca infecciones y enfermedades de contaminación ambiental y de alimañas, además de constituir un problema de recolección y almacenamiento que cuesta mucho dinero.

La solución es sencilla: se trata de un asunto de civilidad, de preservar y mantener las ciudades en buenas condiciones.

Por eso acostúmbrate a no tirar papeles, ni latas de cerveza o refresco u otro tipo de residuo en la calle.

Antes de arrojar algo, piénsalo, busca un cesto cerca y si no encuentras ninguno, guárdalo en algún bolsillo o en el bolso. Cuando llegues a casa, lo podrás tirar directamente al cesto; otros imitarán tu ejemplo y así todos colaboramos a mantener nuestro planeta más limpio.

Conciencia y responsabilidad

El hogar debe ser el primer lugar en el que se inicien las acciones para controlar el exceso de basura; de igual forma que se educa a un niño en hábitos tan comunes como lavarse las manos antes de comer o después de ir al baño, se debe inculcar aquellas normas encaminadas a reducir la contaminación del medioambiente.

El colorido de la biodiversidad se agota a un paso acelerado, las personas siguen tirando papeles y continúan formándose microvertederos en las esquinas.

No podemos hablar del cuidado del planeta como una asignatura pendiente, sino debemos hacer acciones personales que se reflejen en su mejoría.

Cada pedazo de basura que no tiramos al suelo, los objetos que reciclamos, o el agua que ahorramos es una forma más de preservar nuestro planeta Tierra.

Etiquetas: -