La Habana, Cuba. – Recientemente, se conoció que la directora de la Fundación Interreligiosa por la Organización Comunitaria (IFCO)-Pastores por la Paz, Gail Walker, estuvo detenida unas horas por intentar reunirse con el congresista Robert Menéndez, para debatir sobre las crueles políticas de Estados Unidos hacia Cuba.

No es de extrañar que Gail Walker, hija del pastor Lucius, tan querido por los cubanos, desafíe los riesgos que entraña respaldar la causa de nuestro pueblo por la paz y la soberanía.

Fiel continuadora del ejemplo inmenso de su padre, Lucius Walker, Gail está al lado de la justicia y soberanía de los pueblos.

Múltiples viajes a Cuba con los Pastores por la Paz dan fe de ello y demuestran su estirpe de mujer valiente y consciente de que la razón y la verdad no pueden ser aplastadas. Gail Walker es símbolo de lucha por la paz. 

Mucho coraje

Cuando Gail Walker fue detenida por intentar hablar con el sabueso imperial, Robert Menéndez, sobre Cuba, se apreció cómo un policía la conduce esposada.

Ella reclamaba que solo pretendía hablar con el senador en su oficina y exigir el fin de la designación de Cuba en la lista de países patrocinadores del terrorismo, así como de la normalización de las relaciones de Estados Unidos con la Isla.

Y aclamaba: Deberíamos poder hablar de Cuba con nuestros representantes sin ser arrestados; estamos en defensa de nuestra familia cubana porque creemos que es injusta esa política, concluía escoltada por dos oficiales.

Si el coraje de Gail Walker en defensa de Cuba representó un inmenso altruismo, la barbarie de esposarla y detenerla representó lo que son capaces de hacer los odiadores. Por eso, y por todo, Gail Walker es tan querida por nosotros.