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En su reflexión del 20 de agosto de 2010, el líder histórico de la Revolución, Fidel Castro Ruz, expresó: Soy optimista. Pero soy optimista sobre bases racionales y sólidas.

Me inquieta el futuro, pero también creo cada vez más que la solución está al alcance de nuestras manos, si logramos hacer llegar la verdad a un número suficiente de personas entre los miles de millones que pueblan el planeta.

Sus palabras corroboran su proceder: ese optimismo a ultranza que jamás dejó de acompañarlo, y que en momentos claves en su vida de revolucionario definió su actuar.

Conocido es que en Cinco Palmas, en la Sierra Maestra, al reencontrarse con Raúl le preguntó: ¿Cuántos fusiles traes?; 5, fue la respuesta, y aseveró enfático Fidel: Y 2 que tengo yo, 7. ¡Ahora sí ganamos la guerra! Sin duda, ilustre ejemplo de optimismo.

La victoria: permanente compañera de Fidel

La consigna de Patria o Muerte !Venceremos!, enarbolada por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz en disímiles momentos históricos al cerrar sus intervenciones, define su optimismo y fe en el triunfo por encima de cualquier adversidad.

Pero nada con tanta excepcional vigencia como sus palabras pronunciadas en Buenos Aires, en mayo de 2003 cuando aseveró: Pienso –porque soy optimista– que este mundo puede salvarse, a pesar de los errores cometidos, a pesar de los poderíos inmensos y unilaterales que se han creado, porque creo en la preeminencia de las ideas sobre la fuerza.

Esa convicción optimista de Fidel es la que ha cosechado nuestro pueblo, convertido hoy en ejemplo en la defensa de las conquistas de su Revolución, porque lleva en sus venas la fe absoluta en el triunfo.