La Habana, Cuba. – La Casa Editora Abril presentó en el año 2010 la obra “Agustín de Betancourt, secretos cubanos de un ingeniero hispano ruso”, de la profesora universitaria Olga Vladimirovna Egórova, a ese libro dedicaré el espacio de esta semana.

Al observar un cuadro en el Museo de la Ciudad de La Habana, la autora descubre el diseño de una máquina de vapor acompañando a un hombre ilustre; ese croquis le recuerda la obra del ingeniero Agustín de Betancourt. En 118 páginas, un prólogo, cuatro capítulos y un epílogo, el texto toma como hilo conductor el “hallazgo” para comentarnos los hechos relacionados con la introducción de la máquina de vapor en Cuba, varios de los cuales no están recogidos en la documentación oficial de la época.

Olga Vladimirovna comenta de manera breve la historia de las islas Canarias, lugar de nacimiento de Agustín de Betancourt y varios de sus datos biográficos; también se caracteriza la situación de Cuba a finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX, época en la que se introduce la máquina de vapor en la Isla. El texto aporta los elementos que permiten afirmar que fue Agustín de Betancourt el introductor de esa tecnología en Cuba. Se describe el contexto histórico de Cuba y España, así como los planes de la metrópoli para desarrollar su colonia y de una manera casi novelesca se cuentan los avatares del viaje no logrado a Cuba de Betancourt. La última parte del libro se dedica a su estancia en Rusia y las obras que allí ejecutó.

La redacción del libro por su carácter descriptivo favorece su lectura. Algo que habla bien de la rigurosidad de la autora en su obra es la inclusión de notas al pie de página sobre los personajes que se van entremezclando en la vida de Agustín, lo que permite comprender mucho mejor su vida y las decisiones que tomó en cada momento. Otro elemento a destacar es la transcripción de documentos originales, lo que aporta solidez al libro desde el punto de vista historiográfico. El material posee abundantes gráficos y fotografías que lo valorizan, de haber sido estas impresas en colores se hubiese ganado mucho en calidad.

El libro muestra que, donde menos se espera, puede surgir una pista, pero hay que estar preparado para encontrarla: la curiosidad y el estudio propician el éxito, de eso es prueba esta obra que les sugiero leer.