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La Habana, Cuba. – La matemática, filósofa, lingüista, filántropa y escritora italiana María Gaetana Agnesi, nace en Milán, actual Italia, el 16 de mayo de 1718.

En esa época. eran habituales reuniones de intelectuales convocadas en el salón del hogar familiar, en las que se debatían cuestiones filosóficas, especialmente de filosofía natural: a lo que hoy se llama física. Aunque esos eventos desagradaban a María Gaetana, de carácter retraído y solitario, el respeto a su padre y sus precoces facultades discursivas, que resaltaban en esos grupos, unidas a las musicales de su hermana María Teresa, hicieron que las sesiones del salón de los Agnesi se hicieran famosas, con un punto de leyenda, por el don de lenguas y la discreción de la hija mayor, con el acompañamiento musical de la menor.

Se atribuye a Agnesi haber adquirido antes de los trece años el dominio del italiano, el latín, el griego, el hebreo, el francés, el español y el alemán, aunque existe debate sobre este tema.

Las descripciones de esas actuaciones de la joven María que nos han dejado algunos testigos sugieren un empeño exhibicionista de su padre, rozando el espectáculo circense. La chica de 20 años que discurría en perfecto latín sobre el origen de las fuentes y los ríos, las mareas, las teorías de Ptolomeo y Newton o la función del hígado, y que venía ofreciendo funciones similares desde los 5 o los 9 años.

Un visitante pone en su boca: «Lamento haberlo sometido a esto; sé que por cada oyente interesado tengo veinte mortalmente aburridos».

A partir de los 20 años, Agnesi abandona toda actividad social y se concentra en el estudio de las matemáticas y la religión. La gran influencia que tuvo en su formación el monje matemático Ramiro Rampinelli, que había enseñado matemáticas en Roma y en Bolonia, enfatiza ese ambiente científico-monacal que presidió la vida de la matemática italiana. Rampinelli aportó a Agnesi el contacto con los Ricatti, que tuvieron también gran influencia sobre ella; sabemos que Vincenzo se prestó a leer la versión final de las Instituzioni por indicación de su padre, y también que aportó material propio, al que María Gaetana esperó para iniciar la impresión del libro.

En 1748 se publica en Milán la obra más famosa de Agnesi, Instituzioni analítiche ad uso della gioventú italiana, cuya edición ha de costear y realizar ella misma. Sorprendentemente, la imprenta está en la mansión de los Agnesi, y María Gaetana misma dirige los trabajos.

El primer tomo está dedicado a las magnitudes finitas, en tanto que el segundo se ocupa del análisis de infinitesimales. La obra adquiere rápidamente notoriedad entre los matemáticos de la época. Las Instituzioni exponen con claridad los conceptos a través del uso acertado de múltiples ejemplos, y tienen la virtud de armonizar los trabajos, hasta entonces dispersos, de muchos matemáticos, homogeneizándolos en un conjunto único y coherente.

Las 1000 páginas de texto y las 50 de ilustraciones resultan sin embargo muy familiares al lector moderno, reflejando el mayor mérito de Agnesi: crear el primer texto completo de Cálculo, desde el álgebra hasta las ecuaciones diferenciales. Superando además tentativas anteriores, singularmente la de L’Hopital en su libro Analyse des infiniment petits.

Se ha destacado del libro el tratamiento de los máximos y mínimos, y se le atribuye haber sido el primer libro de texto que trató conjuntamente el cálculo diferencial y el cálculo integral, explicitando además su naturaleza de problemas inversos.

Se ha elogiado repetidamente la claridad, el orden, la precisión, y el uso afortunado de los ejemplos. Por supuesto, el carácter pionero de la obra implicaba también algunas carencias: las funciones trigonométricas tenían poca presencia (la edición francesa añadió material para corregir esto), y no se trataban las series de potencias, entre otras lagunas.Entre 1750 y 1752 consta que era catedrática de matemáticas en la Universidad de Bolonia, seguramente de forma honorífica. había dirigido.

Entre los afortunados ejemplos del libro hay uno, al final del primer volumen, que consiguió para María Gaetana Agnesi un lugar en los índices onomásticos de los libros de texto, y en los manuales de fórmulas y tablas matemáticas, y que la ha hecho famosa en mayor medida que todos sus otros méritos: La bruja de Agnesi. Se trata de una curva que Fermat había estudiado en 1630, y para la que Guido Grandi, en 1703, había dado un método de construcción.

Lo de «bruja» es un error de traducción; sólo usan ese término el inglés y las lenguas que han copiado el nombre del inglés. Guido Grandi llamó, en 1718, a la curva versoria en latín, y versiera en italiano. Es un término naval, que identifica la cuerda o cabo que hace girar la vela. María Gaetana Agnesi escribió a su vez la versiera, añadiendo el artículo femenino. Un traductor de Cambridge con poco conocimiento del italiano, llama a la curva witch (‘bruja’), debido a que «confundió» versiera con avversiera (que en italiano significa ‘diablesa’ o ‘demonia’). La dependencia que el idioma español tenía del idioma inglés acabó por embrujarla también en castellano.

Para la historia de las matemáticas Agnesi es importante por su influencia en la divulgación del cálculo. También es uno de los personajes más citados en las reflexiones sobre el papel histórico de la mujer en la matemática: basta considerar que las Instituzioni analítiche son según algunos la obra matemática de autoría femenina más antigua que se conserva.

Las Instituzioni tuvieron gran impacto en la enseñanza, pues armonizaban, en un discurso único, materiales dispersos y heterogéneos de matemáticos anteriores, mostrando por primera vez una secuencia lógica y didáctica desde el álgebra hasta las ecuaciones diferenciales. En la Biblioteca Ambrosiana de Milán se guardan sus obras inéditas que ocupan veinticinco volúmenes.

María Gaetana Agnesi, muere en Milán, actual Italia, el 9 de enero de 1799.