El médico e investigador cubano Pedro Kourí Esmeja, nació el 21 de agosto de 1900 en Puerto Príncipe, Haití. La descollante labor de Kourí y sus múltiples trabajos científicos, así como las revistas médicas por él creadas, y el nivel de sus responsabilidades profesionales en instituciones públicas y privadas fueron notables, otorgándole un lugar destacado en el ámbito científico internacional. Hechos culminantes fueron: el desarrollo de la Protozoología; el estudio de la amebiasis en todos sus aspectos; la confección de estadísticas clínicas del parasitismo; así como el estudio, tratamiento y terapéutica de las Balantidiasis y la Trichomoniasis.
Sus padres, pertenecientes al éxodo de libaneses expulsados de sus tierras por los turcos, hicieron una escala en su viaje hacia Cuba, con el objetivo de rehacer sus vidas. Antes de transcurrido un año, lograron trasladarse a Santiago de Cuba, e inscribieron a su hijo en el Registro Civil. En esa ciudad transcurrió su infancia y adolescencia. Al terminar el Bachillerato se trasladó a La Habana, donde concluyó en 1925 los estudios de Medicina, con notas de sobresaliente en todas las asignaturas.
Al obtener el primer expediente de su curso, ganó por oposición una plaza en la Cátedra de Parasitología y Enfermedades Tropicales, de la Universidad de La Habana. Como Profesor Agregado de dicha Cátedra, se destacó por sus grandes conocimientos clínicos y de laboratorio, así como por su laboriosidad y responsabilidad en el trabajo. Al caer la dictadura de Gerardo Machado, en 1933, pasó a ocupar la plaza de Profesor Titular. Los resultados del trabajo de la Cátedra, bajo la dirección del profesor Kourí, despertaron gran admiración entre sus colegas de la Facultad de Medicina, y el 8 de diciembre de 1937, el Consejo Universitario aprobó la propuesta del claustro de profesores de la referida Facultad, la cual había solicitado la creación del Instituto de Medicina Tropical.
Esta fue la cúspide de la actividad científica y docente llevada a cabo con dedicación y trabajo abnegado por Kourí, en compañía de un pequeño grupo de colaboradores científicos y técnicos; doce años de diaria labor en la investigación científica y docente de la Parasitología, así como en el trabajo práctico de la cátedra y en la publicación de valiosos trabajos científicos, habían constituido una base sólida, y aportado el prestigio necesario para la creación del referido Instituto.
Los trabajos más relevantes fueron llevados a cabo en Helmintología, especialmente acerca de la Fasciolasis; aportó importantes conceptos y hallazgos sobre la biología del agente causal de esta afección, la Fasciola, su acción patógena, su diagnóstico, su profilaxis y epidemiología, y describió su tratamiento con emetina, así como el establecimiento de la cuantificación de su acción fasciolicida. Sus trabajos e investigaciones sobre Clonorchiasis, fueron universalmente reconocidos por su profundidad y altísimo valor.
En 1939 descubrió un nuevo parasitismo en Cuba, causado por el nemátodo Inermicapsifer cubensis, que ocasionalmente parasita al hombre. Se registraron nuevas formas clínicas de la Tricosefaliasis infantil, estableciéndose su terapéutica y se aportaron datos sobre la Enterobiasis y la Necatoriasis. Trabajó intensamente en prevalencia parasitaria; en Clonorchiasis, en técnicas especiales para el diagnóstico de distintos parásitos; en la aplicación de la coloración de Gram al estudio de la flora y la fauna intestinal; y perfeccionó la técnica de la hematoxilina férrica para la coloración de las amebas intestinales.
Realizó estudios especiales sobre el hallazgo de huevos raros encontrados en heces fecales humanas; sobre las características de los huevos infecundos de Ascaris lumbricoides y sobre el diagnóstico de esa parasitosis. Todo ese trabajo lo encaminó al enriquecimiento del material docente de parasitología, lo que permitió preparar directamente los cortes de tejidos parasitados y de parásitos adultos. Trabajó, asimismo, en casos de Filariasis, donde obtuvo magnificas preparaciones de cortes histológicos de parásitos en distintos órganos y tejidos. Demostró, por primera vez, la localización cotnea de la Entoameba disentrica, y el carácter cancerígeno de la Clonorchiasis.
En la actividad docente se destacó a tal nivel, que sus más de 180 publicaciones científicas constituyen libros de texto, tanto en instituciones cubanas de enseñanza superior, como fuera de la Isla. Entre ellas sobresale el compendio “Lecciones de parasitología y Medicina Tropical”, realizado en 1940 con los doctores José Basnuevo y Federico Sotolongo, quienes trabajaron junto a él. Durante su vida, Kourí desarrolló una actividad científica intensa, investigó activa y profundamente sobre los parasitismos autóctonos, los parasitismos extraviados y erráticos, e incluso, acerca de los parasitismos exóticos que se pudieron detectar en diversas ocasiones.
Con respecto a ese tipo de parasitismo, Kourí realizó estudios de la estructura funcional del Diphillobothrium latum. Las investigaciones de clínica parasitológica, sobre todo en la infancia, fueron extensas y muy acuciosas, realizadas generalmente en colaboración con clínicos, pediatras y laboratoristas. La terapéutica parasitológica fue desarrollada con amplitud, y se ensayaron todas las drogas existentes contra el parasitismo, señalándose sus ventajas e inconvenientes, así como su elección en las diversas condiciones del paciente.
En 1935 fundó la Revista de Parasitología Clínica y Laboratorio, con frecuencia bimestral, única en idioma español y una de las pocas que se publicaron sobre la especialidad, durante la década de 1930 a nivel mundial, así como la Editorial Profilaxis SA, que se encargaría de su realización. Dos años más tarde, dicha publicación adoptó el nombre de Revista de Medicina Tropical y Parasitología, Bacteriología, Clínica y Laboratorio, que a partir del Volumen 7, editado en 1941, adoptó un nuevo formato, y constituyó el órgano oficial del Instituto de Medicina Tropical de la Universidad de La Habana, así como también de la Cátedra de Parasitología y Medicina Tropical y de la Sociedad de Biología y Medicina Tropical Carlos J. Finlay.
Paralelamente, en 1940 fundó la Revista Avance Medical, como publicación independiente, la cual se dedicó a la divulgación comercial y científica de productos farmacéuticos, y especialmente a la línea antiparasitaria elaborada por los Laboratorios KUBA SA. En 1945 ambas publicaciones se fundieron en una, para dar lugar a la Revista KUBA de Medicina Tropical y Parasitología, que tuvo una amplia repercusión internacional y mantuvo su salida hasta 1960, cuando dejó de editarse por la difícil situación económica imperante en el país, hasta que, en 1966, dos años después de la desaparición física del profesor Kourí, el Centro Nacional de Información de Ciencias Médicas, se hizo cargo de su edición. Es una de las pocas revistas cubanas que figura en el Index Médico de los Estados Unidos, y se mantiene en la actualidad con el nombre de Revista Cubana de Medicina Tropical.
Pedro Kourí Esmeja, murió el 16 de agosto de 1964 en La Habana, Cuba.
Referencias
• https://www.ecured.cu/Pedro_Kour%C3%AD_Esmeja