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La Habana, Cuba. – El naturalista francés Étienne Geoffroy Saint-Hilaire, nace en Étampes, Francia, el 15 de abril de 1772. Geoffroy Saint-Hilaire se dedica en principio a la carrera eclesiástica y continúa sus estudios en el Colegio de Navarra de París. Allí frecuenta a varios científicos de la época: René Just Haüy, Antoine Lavoisier y Claude Louis Berthollet, y sigue los cursos de Louis Jean-Marie Daubenton en el Collège de France, Antoine-François de Fourcroy en el Jardín Real y René Just Haüy, creador de la cristalografía.

En junio de 1793, Geoffroy se convierte en uno de los doce profesores del Museo Nacional de Historia Natural, ocupando la cátedra de zoología. El mismo año, se ocupa de la constitución de la dirección del Museo. En 1794, entabla una correspondencia con Georges Cuvier. Juntos firmarán varias memorias de historia natural. Una de ellas presenta la clasificación de mamíferos construida a partir de la idea de la subordinación de caracteres, fundamento del sistema de clasificación de Cuvier. En la Historia de los Makis o monos de Madagascar, escrita en 1795, Geoffroy expresa por vez primera sus puntos de vista sobre la unidad del plan de organización de los seres vivos, concepción constantemente reivindicada en sus obras posteriores.

En 1798 Geoffroy es elegido para participar en la gran expedición científica que acompañará a Napoleón en Egipto. Entra al Instituto de Egipto el 20 de agosto de 1798, donde presentará varios artículos que serán publicados posteriormente en la Description de l’Egypte. Durante ese viaje, recopila numerosas observaciones zoológicas, especialmente sobre reptiles y peces. En septiembre de 1804 es elegido miembro de la Academia de las Ciencias. En marzo del año siguiente, Napoleón, que ya le había recompensado con la Cruz de la Legión de Honor, le elige para visitar los museos de Portugal con el fin de procurarse las colecciones de animales de Brasil. En 1809, año de su vuelta a Francia, es nombrado profesor de zoología en la Facultad de Ciencias de París, dedicándose completamente a los estudios anatómicos.

En 1818 publica la primera parte de Filosofía anatómica; la segunda será publicada en 1822. En la Historia natural de los mamíferos, de 1819, postula que los órganos conservan siempre las mismas relaciones entre ellos, pero también que no se crea ningún órgano nuevo y que cuando un órgano se desarrolla se hace en detrimento de otro. En 1830, Geoffroy intenta aplicar su método a los invertebrados. Para Geoffroy, todos los animales están compuestos por los mismos elementos, en un número igual y con las mismas conexiones, incluso si difieren en forma. Sus ideas en cuanto a la evolución son próximas a las de Lamarck, lo que le lleva a enfrentarse con Cuvier, resueltamente fijista, ante la Academia de las Ciencias. En busca de argumentos, estudia la teratología, el estudio de anomalías en el desarrollo embrionario. En ese sentido, define la noción de homología, estableciendo un puente entre la embriología y la anatomía comparada. En julio de 1840, Geoffroy se vuelve ciego y meses más tarde sufre un ataque que lo deja paralizado, lo que le obliga a dimitir de su cátedra en el Museo en 1841

La unidad del plan de organización de los animales es la idea que articula toda su obra. En relación con ella desarrolla su teoría de los análogos y el principio de las conexiones. Según la teoría de los análogos, existe una correspondencia entre los órganos de todas las especies, mientras que el principio de las conexiones es el que permite localizar tales correspondencias. Así, los órganos pueden encontrarse hipertrofiados, atrofiados e incluso haber desaparecido, pero el modelo común se mantiene. Tal modelo común, por otro lado, es construido en virtud de consideraciones exclusivamente morfológicas. La reducción de todos los planes corporales a un solo tipo provocó una polémica de gran alcance internacional entre Saint Hilaire y Georges Cuvier.

Étienne Geoffroy Saint-Hilaire, muere en París, Francia, el 19 de junio de 1844.