La Habana, Cuba. – Los habitantes originarios americanos, árabes, chinos y japoneses dejan registros de que observaron una supernova. Durante 22 meses permanece tan brillante que puede verse de día. Los restos formarán la nebulosa del Cangrejo.

La nebulosa del Cangrejo (también conocida como M1, NGC 1952, Taurus A y Taurus X-1) es un resto de supernova de tipo plerión. Fue observada por primera vez el 4 de julio de 1054, por originarios americanos, árabes, chinos y japoneses como una estrella visible a la luz del día. La explosión se mantuvo visible durante 22 meses. La nebulosa fue observada en 1731 por John Bevis y Charles Messier comenzó su catálogo de objetos no cometarios. Situado a una distancia de aproximadamente 6300 años luz de la Tierra, en la constelación de Tauro, la nebulosa tiene un diámetro de seis años luz y su velocidad de expansión es de 1500 kilómetros por segundos.

El centro de la nebulosa contiene un púlsar, denominado PSR B0531+21, que gira sobre sí mismo a 30 revoluciones por segundo, emitiendo también pulsos de radiación que van desde los rayos gamma a las ondas de radio. El descubrimiento de la nebulosa produjo la primera evidencia que concluye que las explosiones de supernova producen pulsares. La nebulosa sirve como una fuente de radiación útil para estudiar cuerpos celestes que la ocultan. En las décadas de 1950 y 1960, la corona solar fue cartografiada gracias a la observación de las ondas de radio producidas por la nebulosa del Cangrejo que pasaban a través del Sol. Más recientemente, el espesor de la atmósfera de Titán, satélite de Saturno, fue medido conforme bloqueaba los rayos X producidos por la nebulosa.

En luz visible, la nebulosa del Cangrejo consiste de una amplia masa de filamentos de forma ovalada, de aproximadamente 6 arcominutos de longitud y una anchura de 4 arcominutos, rodeando una región central de azul difuso (en comparación, la Luna llena cubre 30 arcominutos). Los filamentos son los restos de la atmósfera de la estrella progenitora, y están constituidos principalmente de helio e hidrógeno ionizado, junto con carbón, oxígeno, nitrógeno, hierro, neón y azufre. La temperatura de los filamentos está comprendida entre los 11 000 y los 18 000 grados Kelvin, y su densidad está en torno a las 1300 partículas por centímetro cúbico. En 1953, Iósif Shklovsky propuso la idea según la cual la región azul difusa está principalmente producida por radiación sincrotrón, que es la radiación electromagnética generada por los electrones que viajan en trayectorias curvilíneas a velocidades que alcanzan la mitad de la velocidad de la luz. Tres años más tarde, la hipótesis fue confirmada por medio de observaciones. En la década de 1960 se descubrió que la causa de las trayectorias curvilíneas de los electrones es el fuerte campo magnético producido por una estrella de neutrones ubicada en el centro de la nebulosa.

La nebulosa del Cangrejo es un ejemplo típico de resto de supernova de tipo pleriónico. Un plerión se caracteriza porque su energía procede de la rotación del púlsar y no del material arrojado al medio interestelar durante la explosión de la supernova. Por otro lado, las imágenes tomadas con varios años de diferencia muestran la lenta expansión angular aparente en el cielo. Comparando eta expansión angular con la velocidad de expansión determinada por espectroscopia (corrimiento al rojo) se pudo estimar la distancia de la nebulosa respecto el Sol, obteniendo una distancia de aproximadamente 6300 años luz, y un tamaño de alrededor de 11 años luz para la nebulosa. Rastreando el origen de la expansión consistentemente, y utilizando su velocidad como se observa hoy en día, es posible determinar la fecha de la formación de la nebulosa, es decir, la fecha de la explosión de la supernova. Haciendo ese cálculo se obtiene una fecha que corresponde a varias décadas después del año 1054. Una explicación plausible de ese desfase sería que la velocidad de expansión no ha sido uniforme, sino que se ha acelerado después de la explosión de la supernova. Esa aceleración sería debida a la energía del púlsar que alimentaría el campo magnético de la nebulosa, la cual se expande y empuja a los filamentos de la nebulosa hacia el exterior.

Los cálculos de la masa total de la nebulosa permiten estimar la masa de la estrella progenitora de la supernova. Las estimaciones de la cantidad de materia contenida en los filamentos de la nebulosa del Cangrejo varían entre una y cinco masas solares; aunque otras estimaciones basadas en investigaciones del púlsar del Cangrejo ofrecen valores diferentes.