Fidel sigue siendo la guía e inspiración para su pueblo

La Habana, Cuba. – En 1956, la fecha del 25 de noviembre entró en la historia patria. Aquel día, en una madrugada lluviosa y fría, el pequeño yate Granma zarpó rumbo a Cuba desde la costa mexicana de Veracruz.

A bordo, 82 hombres soportaron los rigores de una travesía fatigosa, con la determinación de que su esfuerzo sería crucial para el futuro de su país y confiados, sobre todo, en la visión política de su jefe: el joven abogado Fidel Castro.

Tres años antes, en el Moncada, ya había estremecido la conciencia nacional. Antes de la partida, en vibrantes versos, el Che Guevara lo llamó ardiente profeta de la aurora. Y tal como hicieron en su tiempo Martí, Gómez y Maceo, por mar llegaron los expedicionarios a la tierra amada y sufrida, para ayudarla a levantarse de una vez. La Revolución Cubana estaba en marcha.

Con Fidel, Cuba sigue librando sus batallas

Por azares del destino, el día en que se cumplieron 60 años de la salida del yate Granma hacia Cuba, el Comandante en Jefe Fidel Castro partió hacia la inmortalidad con la certeza de que había cumplido con su pueblo, como revolucionario íntegro y vehemente.

Desde hace dos años nos falta su presencia física. Pero nos queda todo el entramado conceptual de su pensamiento, que debe ser constantemente analizado para enfrentar cada batalla librada por los cubanos en el complejo camino hacia una sociedad cada vez más justa, solidaria y próspera.

Para ir delante de los demás, se necesita ver más que ellos, sentenció Martí en frase exacta que se ajusta al liderazgo histórico asumido por Fidel con la fuerza de la verdad y las ideas.

Desde su última trinchera convocó a perfeccionarmos, con lealtad meridiana y la fuerza unida.

Él sigue atento al rumbo.