La Habana, Cuba. – La toma de posesión de la nueva presidente de México se llevará a cabo este martes en el Palacio Legislativo, y comenzará con la lista de asistencia y declaración del quórum del Congreso. Posteriormente, se leerá el Bando Solemne, por el que se dará a conocer la declaración de la presidente electa, y el artículo 87 de la Constitución.
Ifigenia Martínez, líder del Congreso, designará a las Comisiones Protocolarias y, después de las intervenciones de un integrante de cada grupo parlamentario, leerá un mensaje institucional. Al concluir, entrarán López Obrador y Sheinbaum para que ella rinda juramento de ser fiel a la Constitución y las leyes que de ella emanen.
La banda presidencial pasará de López Obrador a la Presidente del Congreso, quien se la impondrá a Sheinbaum para la transmisión simbólica del Ejecutivo. El evento concluye con la entonación del himno nacional.
Transformación con humanismo
La asunción de Claudia Sheinbaum al frente de los destinos de México este martes, no solo pauta la llegada de la primera mujer a la presidencia de ese país.
Lo trascendente es que ella deberá continuar la obra iniciada por Andrés Manuel López Obrador, durante un secenio caracterizado por la recuperación de la soberanía sobre los recursos del país, la voz firme al lado de las causas justas y, sobre todo, por el afán de garantizar el bienestar de la población.
Cuarta Transformación bautizó Obrador a esta nueva etapa de la vida nacional, bajo un modelo de desarrollo que identificó con el Humanismo Mexicano. Esa corriente, también recuperada por él, busca una mejor vida para la gente, bajo el lema de “primero los pobres”.
El hecho de que cinco millones de mexicanos salieran de esa condición, indica que la aplicación del modelo ha sido exitosa.
El segundo piso
Heredera de Obrador, de Claudia Sheinbaum se espera continuidad. Modesta, ella ha proclamado que proseguirá con la Cuarta Transformación, encabezando la edificación de lo que llama “el segundo piso”. Ese propósito significará profundizar la obra social de Obrador sin descuidar una economía que crece con finanzas estables, sustentadas en la salud de la moneda nacional; la defensa de sus migrantes en Estados Unidos, y una relación con el poderoso vecino que no ha tenido rupturas, pero halló firmeza en los momentos necesarios para hacer valer la soberanía de México.
Materializar la manipulada reforma judicial que la oposición quiso detener, será una de las primeras tareas para Claudia, sin soslayar retos trascendentes como el enfrentamiento al narcotráfico y la violencia. Seguir levantando será duro, pero la zapata del edificio está bien hecha.