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El Departamento norteamericano de Estado ordenó hoy la salida de 15 diplomáticos cubanos de Washington, una semana después de que el gobierno de la isla instara a ese país a no tomar decisiones apresuradas.

La medida está relacionada con los incidentes de salud reportados por miembros del servicio exterior estadounidense en La Habana, pero subrayó que no significa un cambio de política hacia el país caribeño ni asignación de responsabilidades.

Esa disposición también busca igualar la capacidad de funcionamiento de las sedes diplomáticas en las respectivas capitales, después de que Estados Unidos anunció la decisión de retirar a más de la mitad de su personal diplomático en La Habana.

Las medidas se dan a pesar del reconocimiento por parte del Departamento de Estado de que los investigadores no han podido determinar quién es responsable o qué causó esos hechos.