
Antonio Moltó, deja una huella en el periodismo cubano
La Habana, Cuba. – ¿Cómo llenar ahora el vacío profesional y humano que deja Antonio Moltó? ¿Quién tomará el micrófono o se sentará ante la computadora para defender las causas más pedestres o las más elevadas? ¿A quién seguiremos en cada batalla sabedores de que es el mejor de nuestros combatientes?
Lo cierto es que su ausencia pesará porque no solo era, es un periodista martiano en toda la extensión de la palabra, capaz de fustigar con fuerza y de reconocer con cariño.
En la emisora CMKC, de Santiago; en Tele Rebelde, en Tribuna de La Habana, en Radio Rebelde, en la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC) y cuanto lugar estuvo, trabajó siempre como un movilizador, un aglutinador que sin dobleces apadrinó y enseñó a los que llegaban.
Pero sobre todo, Antonio Moltó se ganó el respeto de sus colegas y de todo un pueblo porque con honestidad fue un hombre que vivió siempre hablando claro.