Brasil.- El expresidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva se despidió hoy del pueblo de Sergipe manifestándoles su eterno agradecimiento por el cariño recibido y asegurándoles que le gustaría ser un portador de sueños y esperanzas.
Sin esperanza la gente no va a ninguna parte, afirmó Lula, quien dijo haber aprendido de su madre a no lamentarse ante las dificultades y a pensar siempre que el día de mañana sería mejor.
Homenajeado por movimientos sociales, organizaciones populares y gremiales, por representantes de los pueblos afrodescendientes e indígenas, el exdignatario aseguró que se iba de ese estado nordestino con el más grato recuerdo.
En su discurso Lula, quien fue agasajado también por jóvenes de las clases más humildes que pudieron formarse en Medicina, expresó que el único agradecimiento que esperaba de ellos es que devuelvan lo aprendido atendiendo a las personas más pobres.