La Habana, Cuba. – Elias Howe agarró su máquina de coser y escapó rápido de una multitud que embravecida gritaba: “¡A romper la máquina! ¡A romper la maldita máquina! ¡Quitará el pan a muchos honrados trabajadores!”

Así terminó la primera presentación del inventor estadounidense, pionero en la creación de la máquina de coser, pero no su inventor, al desafiar con su equipo a cinco de los más expertos cosedores a mano de una fábrica de ropa de Boston, quienes al no vencer terminaron furiosos.

La máquina tenía aguja con ojo en la punta, lanzadera que funcionaba debajo de la tela para formar la puntada de cierre y alimentador automático; el 10 de septiembre de 1846 le otorgaron la primera patente de Estados Unidos para un equipo que empleaba diseño de pespunte.

Elias Howe nació el 9 de julio de 1819, en Spencer, Massachusetts.

Incansable Howe

Un largo camino de pobreza, incomprensiones y hasta de copias de su invento recorrió el estadounidense Elias Howe, hasta ver coronada de éxito su propuesta de máquina de coser y alcanzar sustanciales ganancias.

Empleó gran parte del dinero percibido en dotar de equipamiento durante la Guerra Civil al 17 regimiento de infantería voluntaria de Connecticut, del cual fue soldado raso y tuvo que abandonar por la precaria salud.

Otro aporte fue el cierre automático y continuo de la ropa, por el cual también recibió patente, aunque no lo comercializó, imbuido del éxito de su máquina de coser.

La gota y un gran coágulo de sangre propiciaron la muerte de Elias Howe, el 3 de octubre de 1867; la película de los Beatles, ¡Ayuda!, es un homenaje a la memoria de quien integra el Salón Nacional de la Fama de los Inventores de Estados Unidos.