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La República Popular Democrática de Corea despidió hoy al presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, con un impresionante espectáculo de gimnasia popular masiva, el festejo Arirang.

El encantamiento mágico y amistoso cautivó también al anfitrión del gobernante de la Isla, el líder coreano Kim Jong Un, e iluminó una de las últimas noches del presente otoño pyongyanés.

La mítica y singular magia regalada a Díaz-Canel suma deportes, acrobacia, música, teatro, drones luminosos, pirotecnia, luces, una pizarra humana, y argumentos políticos presentados de manera amena, todo con precisión de una pantalla digital programada por cibernéticos.

El Arirang arrancó reiterados aplausos entre los presentes las imágenes proyectadas de los líderes históricos de Cuba y de Corea Democrática, Fidel y Kim Il Sung, de Raúl y Kim Jong Il, asi como de Díaz Canel y Jim Jong Un.

Un festejo histórico y original

En la despedida en Pyongyang del presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, estuvieron presentados por la robótica pizarra humana las banderas de Cuba y Corea Democrática y textos amistosos, y otras acciones plásticas alusivas a ambos países.

La fiesta duró casi cien minutos y contó con una banda sonora electrizante que mezcló la música tradicional local y europea, y encadenó música cubana, entre ella la Guantanamera, que en este 2018 cumple 90 años.

Impactó también entre la delegación cubana escuchar el Himno del 26 de Julio o Himno de la Libertad, como también se conoce el arreglo orquestal del manzanillero Carlos Faxas, sobre una letra escrita por el habanero Agustín Díaz.

Ese tema resultó la despedida del ajustado, pero distinguido programa de actividades en Pyongyang preparado por los anfitriones locales, al presidente cubano que visitó a Corea Democrática desde el domingo.

Más información de la histórica visita de Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Presidente de los consejos de Estado y de ministros de Cuba a la República Popular Democrática de Corea.