La Habana, Cuba. – Miembro de la Brigada Antonio Maceo, integrada por jóvenes cubanos radicados en Estados Unidos y Puerto Rico, Carlos Muñiz Varela fue de los niños de la Operación Peter Pan.

En Borinquen radicó su familia y en ese país se incorporó al movimiento estudiantil independentista; luego, desde la presidencia de la Agencia Viajes Varadero, en San Juan, propugnó la reunificación familiar y los vuelos a su isla natal.

La contrarrevolución en Puerto Rico lo sentenció por sus ideas y el 28 de abril de 1979 fue abatido por nueve disparos que le provocaron la muerte dos días después.

Carlos Muñiz Varela defendió la independencia puertorriqueña y el fin del bloqueo a Cuba; su hijo Carlos ha denunciado que fue víctima de la conspiración organizada y financiada por la extrema derecha cubana en Puerto Rico y apoyada por grupos similares en los Estados Unidos.

Justicia cruzada de brazos

El periodista y profesor Roger Ricardo Luis cimentó la amistad con Carlos Muñiz Varela desde los días en que éste viajaba a Cuba como corresponsal de la revista Areíto, publicación oficial de la Brigada Antonio Maceo.

Un año antes del XI Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes y durante un recorrido para conocer sobre los preparativos del evento, Carlos se presentó como cubano, puertorriqueño e internacionalista si fuera necesario.

“Siempre que venía a Cuba, dice el colega, me pedía ir a conversar con su pueblo y no perdía oportunidad para conocer la obra de la Revolución”; y lo describe así: “Tenía mirada de fuego limpio, sonrisa franca y disposición huracanada para la polémica”.

Roger Ricardo Luis sobre el asesinato de Carlos Muñiz Varela, manifiesta: “Los hechos están claros, los verdugos sueltos y la justicia cruzada de brazos”.