La Habana, Cuba. – Mientras dormía en su casa de Cuernavaca, México, a pocos días de cumplir 98 años, murió Elizabeth Catlett Mora, la escultora y grabadora afroestadounidense nacionalizada mexicana; era el 2 de abril de 2012.
Destacó en la creación de esculturas negras y láminas portadoras de significados políticos. Fue, además, la primera mujer que impartió clases de Escultura en la Universidad Nacional Autónoma de México y jefa del Departamento de la especialidad.
Con su labor apoyó políticas de izquierda, causas sociales y educativas, integró el Partido Comunista y se vinculó a los creadores David Alfaro Siqueiros, Diego Rivera y Frida Kahlo.
Francisco Mora dijo que su madre amó mucho al pueblo mexicano y la casa en Cuernavaca era testimonio de su trabajo.
Artista afroamericana más importante de su generación
Para Elizabeth Catlett Mora el arte debe venir del pueblo y ser para el pueblo, y habló de ir donde la llamaran, marcando la necesidad de un arte democrático y disponible.
Considerada la artista afroamericana más importante de su generación, su labor muestra necesidades de la gente negra o del tercer mundo, discriminadas por contextos de injusticia y desigualdad social.
En su producción en el Taller de Gráfica Popular, en México, integró temas de raza, género y problemáticas mexicanas, de ese modo, representó cierres de escuelas, falta de alimentos, educación rural y conflictos agrarios.
Elizabeth Catlett denunció la discriminación del negro en las artes visuales y expresó que al decidir ser artista lo primero que hizo fue creer que ella, mujer negra, podía penetrar en la escena artística sin sacrificar su negrura, feminidad y humanidad.