Sucias maniobras republicanas libran a Trump de la culpabilidad

La Habana, Cuba. – A menos que a última hora se “caiga el mundo”, el presidente Donald Trump saldrá airoso este miércoles 5 de febrero del juicio político en su contra, gracias al apoyo de la mayoría republicana en el Congreso de la Unión.

El proceso si inició el pasado 21 de enero impulsado por la Cámara de Representantes, en manos demócratas, que formuló dos acusaciones claves: abuso de poder y obstaculizar posteriormente las investigaciones legislativas.

Como se sabe, Trump fue inculpado de presionar al gobierno de Ucrania con no remitirle una prometida ayuda militar, si Kiev no iniciaba investigaciones acerca de la conducta corrupta del hijo del aspirante demócrata a la presidencia Joe Bíden.

Luego, el inquilino de la Casa Blanca hizo todo lo que estaba a su alcance por frustrar las averiguaciones que correspondían sobre el caso.

Las lecciones

El famoso impíchment contra Trump, y su exculpación a pesar de la carga de pruebas que lo sindicaban como culpable, ponen en claro que no es precisamente el afán de justicia y decencia política lo que rige la vida institucional estadounidense.

A las puertas de elecciones generales, los Demócratas hicieron todo por desacreditar  y dejar en el camino a un incómodo ejecutivo, mientras que los Republicanos le protegieron por encima de las evidencias y las cartas bajo la manga presentadas por los oponentes.

Al final, el uso de la matemática y no de los principios y valores que dicen proteger, defender y honrar, resultó la clave de la disputa. Y ahora a esperar por las consecuencias buenas o malas que para ambos bandos puede tener todo este alboroto en la lucha por acaparar la presidencia del país.