La Habana, Cuba.- Aún sin celebrarse las Convenciones Nacionales partidistas, Hillary Clinton parece segura candidata demócrata a la lucha por la presidencia de Estados Unidos. Para correr hasta la butaca principal de la Casa Blanca, la ex secretaria de Estado acumula suficiente votos de delegados y superdelegados, quienes en definitiva son los que deciden la nominación.

El nombramiento será oficial solo a partir del 28 de julio próximo, cuando se realice en Filadelfia la Convención demócrata. La eventual designación de la Clinton la convertirá en la primera mujer nominada por uno de los dos partidos tradicionales desde que en 1888, Susanna Madora Selter fuera electa en Nagoria, Kansas, como la primera alcaldesa norteamericana. Pero ahora, la ex senadora tendrá que enfrentar una alta impopularidad, además de las seguras catilinarias de Donald Trump.

Trapos sucios

El disparatado Trump, que a pesar de los vientos en contra tiene en el bolsillo la candidatura presidencial republicana, va a dirigir ahora toda su artillería pesada sobre la Clinton.

El magnate inmobiliario, conocido por sus exabruptos racistas y misóginos, ha aumentado el peso de sus ataques contra la ex senadora. “Los Clinton han convertido la política del enriquecimiento personal en una forma de arte”, dijo Trump en referencia al largo historial político del matrimonio. Como si fuera poco, amenazó con revelar “todo lo que han hecho los Clinton”, en un discurso que debe pronunciar este lunes.

Ahora, cuando en la puja política prácticamente quedan solos, veremos a ambos aspirantes aireando los trapos sucios del respectivo rival, un hecho que a pesar de lo poco ético, se hace cada vez más normal en el complicado sistema electoral norteamericano.

Sondeos favorables

Hillary Clinton está a punto de hacer historia, pero ahora tendrá que sortear el descontento del electorado con el establishment, una actitud que ha marcado a la actual campaña electoral en Estados Unidos. Buena parte de los votantes están disgustados con los políticos tradicionales y la ex Primera Dama es vista como parte de ese grupo.

También tiene por delante el problema del uso del correo electrónico personal para asuntos oficiales, pifia de la que los rivales republicanos tratan de sacar ventaja. Hasta ahora, y para suerte de la casi nominada, los sondeos la dan como triunfadora en una carrera contra Donald Trump.

Se rumora que la combativa senadora Elizabeth Warren pudiera ser la propuesta de vicepresidenta en la fórmula demócrata, pero eso se verá después, pues la Clinton ahora toca a las puertas de la Casa Blanca.