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La Habana, Cuba. – Para mediados del cercano septiembre, Cuba será sede de una nueva Cumbre de Jefes de Estado y Gobierno del denominado Grupo de los 77 + China, que desde la sexta década del pasado siglo conforma uno de los mayores consensos multinacionales hoy vigentes.

Nacido de la necesidad de las naciones tercermundistas de establecer coordinaciones mutuas – a partir de serias problemáticas comunes derivadas de su condición de estados víctimas de la expoliación y las desigualdades heredadas del colonialismo y el neocolonialismo – ese Grupo suma hoy una membresía de 134 Estados miembros, incluido el gigante asiático; y representa al 80 por ciento de la población mundial.

Cuba, que ostenta la presidencia temporal del conglomerado, es la organizadora y sede de la cita que se centrará en el Papel de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación.

Una historia de convergencia

Durante su larga existencia no han sido pocos y agudos los problemas debatidos en el seno del Grupo de los 77 + China. Y sin dudas, uno de sus méritos más grandes ha sido y es el hecho de lograr convergencia y entendimiento a pesar de su enorme diversidad.

Esa práctica le ha permitido al Grupo trazar una estrategia fundamental para instaurar un orden global más justo y participativo, lo que cuestiona abiertamente las actuales reglas imperiales vigentes en el planeta.

Ya no se trata de reformar y retocar lo torcido, sino de abolir y crear, a la vez que sustituir la espera de dádivas de los poderosos, por una cooperación efectiva Sur-Sur que sea a la vez liberadora de dependencias negativas y hostiles. Y la cita habanera promete nuevos avances, en tiempos donde es evidente que los poderes exclusivistas ya no son los decisores claves.