La Habana, Cuba. – El país tiene 3, 2 millones de cabezas de ganado vacuno, menos de la mitad de los 7 millones que tuvimos a finales de los años 60.
La masa vacuna ha disminuido de manera gradual por la falta de alimento animal, pero también por el incremento del sacrificio, permitido o ilegal. Lo cierto es que las vacas han ido desapareciendo del escenario pecuario nacional, a pesar de que hay más de 200 mil propietarios.
El 17 por ciento de esos dueños, estatales o privados, concentra el 55 por ciento de los animales, cuya carne se ha convertido en una añoranza en la mesa de la mayoría.
A pesar de que el Ministerio de la Agricultura permite desde hace unos años el sacrificio en correspondencia con el crecimiento del rebaño, lo cierto es que la medida parece no haber surtido el efecto esperado.
Saber lo que se tiene
Como en toda la sociedad, la pandemia tuvo un impacto sobre la agricultura y particularmente sobre la tenencia de animales.
Hubo entonces propietarios de ganado mayor que fallecieron y otros que vendieron o compraron en un momento de laxitud legal por las circunstancias.
Por eso, es necesario volver a repasar cada propiedad para actualizar todo, de ahí la próxima Investigación Especial sobre ganado mayor que iniciará en marzo el Ministerio de la Agricultura. Ese estudio además permitirá conocer las condiciones sociodemográficas de los productores.
También se comprobarán las prácticas de cada uno en el manejo de los animales. Esa será una importante indagación, porque se ratifica que un rebaño se destruye en unos días, pero cuesta años tener un buen número de vacas.