Profunda y entrañable ha sido siempre la mujer cubana, con esa mezcla extraña de sensibilidad y fortaleza cotidiana que no deja de sorprender hasta los más incrédulos, de tantas que como Mariana Grajales, Celia Sánchez o Vilma Espín, nos inspiran en cada momento.
Así son, así aprendimos a crecer con el ejemplo imperecedero de tantas mujeres que nos inculcan en cada jornada a continuar la lucha en la primera línea de combate en beneficio del Socialismo y la Revolución.
Próximos a celebrar el Aniversario 58 de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), el venidero 23 de agosto, no puede faltar por estos días de festejos, el homenaje a la mujer trabajadora, a la ama de casa, a las muchachas que se unen a la Policía Nacional Revolucionaria o que asumen otras labores.
Tampoco se olvidan las profesoras y maestras que vuelven a las aulas, o posponen su jubilación para apoyar el llamado de la Patria Socialista.
Mujeres cubanas más allá de una fecha
Las mujeres cubanas también cumplen misiones internacionalistas, realizan funciones de trabajadoras sociales, obreras y amas de casa que extienden cotidianamente su protagonismo desde el centro de labor desde el centro de labor hasta el ajetreo de la casa.
Y de manera especial recordamos a Vilma Espín, cuya imagen resplandece como sello de identidad de la organización femenina cubana que asumió con orgullo la integridad de sus enseñanzas y recuerdos.
Así comprendimos que la verdadera satisfacción solo llega cuando se deslizan ternuras y paciencias para conjugarlas de forma que cada experiencia sea indiscutible.
Por eso a Vilma Espín la recordamos, con mucho cariño y amor por su intensa labor en la FMC, el Comité Central del Partido y las diversas tareas que les correspondieron durante la lucha insurreccional y luego del triunfo revolucionario.
Reportó Herminio Reynaldo Reyes