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La Habana, Cuba.- La emergencia de China ha hecho que Estados Unidos la identifique como su principal rival, en tanto el fortalecimiento del grupo BRICS, como indicativo de multipolaridad, constituye para Washington un peligro estratégico en un momento en que no se aprecia en el mundo una hegemonía clara, y cada día tiene más protagonismo el Sur global.

De modo sucinto, esas son las principales señas que caracterizan esta época, según los análisis del prestigioso periodista y escritor Ignacio Ramonet, quien conversó con una nutrida audiencia en La Habana acerca de Trump y lo que llamó la nueva era geopolítica.

Esa nueva era está marcada precisamente por la incertidumbre acerca de la línea que está definiendo su administración, con una actuación de desmantelamiento del imperio cuya dirección no está clara. Esa es una interrogante, incluso, para los distintos actores dentro de los Estados Unidos.

Distintas eras

La desaparición del protagonismo europeo como actor en los acontecimientos es otra característica de la era geopolítica recién abierta, y que sigue a otros momentos decisivos que provocaron cambios en el mundo como el fin de la II Guerra Mundial; la irrupción del neoliberalismo en los años de 1970 con la desindustrialización y el desclasamiento obrero; la caída del Muro de Berlín, o la etapa inaugurada tras el derribo de las Torres Gemelas y las guerras contra Afganistán e Iraq, explicó Ignacio Ramonet.

Además de la ausencia de una hegemonía clara, se observa hoy un regreso de la guerra como herramienta de solución de los problemas y la ineficacia de la ONU para detenerlas, como lo muestra la impunidad de Israel, mientras hay cada vez menos certidumbre acerca de hacia dónde se dirige el mandato de Donald Trump.