La Habana, Cuba. – Está visto que, para estas fechas, defenestrar a un gobierno incómodo en América Latina implica para los promotores internos y externos un camino más artificioso que alebrestar los cuarteles y entregarse el burdo golpismo militar de décadas pasadas.
Al fin y al cabo las víctimas son electas básicamente en las urnas, y por tanto “institucionales” según las leyes vigentes, por eso es más elegante a la vista pública que el trastazo venga de los parlamentos o la justicia, ambos amañados, junto a campañas mediáticas de descrédito que justifiquen la pretendida acción legal.
Lo saben por experiencia propia los brasileños, los argentinos, y los peruanos, entre otros ciudadanos del continente que han visto salir presidentes removidos por presuntos actos de corrupción o violaciones constitucionales de toda suerte.
Mira sobre México
Y parecería que la receta del golpe blando se quisiera aplicar por estos días en México, contra el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, AMLO, y su posible sucesora luego de las elecciones de junio cercano, la candidata oficialista Claudia Sheinbaum.
Así, por estos días diferentes medios de prensa internacionales e internos, ligados a la derecha, han hablado de los presuntos pagos del narcotráfico a la campaña de AMLO en sus días previos a los comicios que le otorgaron la presidencia ahora por terminar.
El interés es destruir su popular figura y sembrar dudas y elementos para posibles acciones legales en su contra y frente al proceso continuador que encabezaría la ya citada aspirante del partido oficial Morena, que lleva una clara ventaja sobre el resto de los candidatos.