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La Habana, Cuba. – Un artículo de la televisora Rusia Today explica el término «regulaciones de medianoche», usado en Estados Unidos para describir las leyes y normas que, a todo correr, aprueban muchos inquilinos de la Casa Blanca antes de dejarla.

Algunas transitaban por el Congreso y llegan al ejecutivo al fin del mandato. Pero otras se firman para asegurar que con la nueva administración se sigan los caminos por ellos iniciados; o para entorpecer los planes del mandatario que les sucederá, si es que van en dirección opuesta.

Tal puede ser el caso de la autorización que habría dado Joe Biden para que Ucrania use armas estadounidenses de largo alcance hacia el interior de Rusia.

La información la divulgó el diario New York Times y no ha sido admitida ni rechazada por la Casa Blanca. Pero ha constituido un escándalo por la amenaza que significaría para la seguridad europea, y de los propios Estados Unidos.

Moscú sometida a prueba

El uso de armas de largo alcance hacia el interior de Rusia sería una provocación, pues se realiza fuera del radio de acción del conflicto y con armas de Estados Unidos.

Demandaría una respuesta equivalente pero, eso sería un incendio mundial. Los trascendidos de que Trump no continuará la ayuda a Ucrania tensionan a su presidente, Volodomir Zelenski, quien presiona hace meses por su empleo.

Disuasivo, Vladimir Putin ha advertido que hacerlo significaría que los países de la OTAN están en guerra con Rusia. Y se afirma que Francia y Gran Bretaña ya dieron el permiso.

A Biden se le adjudica, además, la entrega de otros 9 mil millones de dólares a Kiev antes de irse. Si es cierto este postrer espaldarazo a Zelenski, Rusia no solo necesitará firmeza sino, además, madurez política e ingenio para repeler, sin extender la guerra.