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La Habana, Cuba. – Si los más de 25 mil muertos que deja la agresión israelí a Gaza permitieran hablar de otro saldo, ese sería la conciencia extendida de que los palestinos tienen que poseer su Estado.

Nunca como ahora esa verdad, reiterada por la ONU desde que la enunció en 1947, y defendida por los amantes de las causas justas, ha sido reconocida por bloques que nunca se preocuparon por el despojo de ese pueblo.

Ahora, la imposibilidad de Israel de acabar con Hamas pese al genocidio que lleva a cabo, y el genocidio mismo, han impulsado a la Unión Europea a enarbolar el derecho palestino a su Estado.

Incluso Washington, mentor de Tel Aviv y su eterno protector, se ha visto obligado a reiterar ese derecho, aunque siga bloqueando una condena a Israel en el Consejo de Seguridad, lo que le permite seguir masacrando.

Otros miedos

El conflicto se extiende. Ello alienta también las posiciones de Occidente al reconocer la existencia de dos estados como condición para la paz en el Medio Oriente.

Así lo ha dicho el alto representante para la Política Exterior de la Unión Europea, Josep Borrell. «Israel no puede tener derecho de veto sobre el derecho de los palestinos a un Estado», agregó, en una aseveración histórica.

En igual sentido se pronunció el titular de la ONU, António Guterres, quien consideró que el rechazo de Tel Aviv a la solución de dos Estados, es inaceptable. Pero el primer ministro sionista, Benjamin Netanyahu, niega esa verdad y alega que para su seguridad, Israel necesita tener «el control» desde el Río Jordán al Mediterráneo.

Ello equivaldría a la desaparición del pueblo palestino. Solo una condena real de Washington y el cese de su protección a Israel, podría impedirlo.