La Habana, Cuba. – La administración Trump ha hecho todo a su alcance para tratar de cercenar el intercambio cultural entre Estados Unidos y Cuba.

Empecinado, el jefe de la Casa Blanca también pretende bloquear los vasos comunicantes a través del arte en sus más disímiles expresiones. Sólo que -como sentenció José Martí es la cultura sutil como el aire, y más es vaporoso que visible, y es como un perfume.

Tales esencias volvieron a inundar el ambiente con el Concierto para Cuba trasmitido sábado y domingo por plataformas digitales, redes sociales y medios de comunicación.

Amplia repercusión tuvo esa iniciativa del centro cultural Hot House de Chicago, con el apoyo del Ministerio de Cultura y el Instituto Cubano de la Música.

La respuesta de artistas de Estados Unidos, Cuba y otros países superó las expectativas del que sus organizadores calificaron de pequeño sueño que se hizo grande.

Mensajes de amor

El Concierto para Cuba unió durante dos noches -por vía digital- a reconocidos músicos e intérpretes, y a figuras influyentes del arte, la política, el activismo social.

Fue contundente el reclamo del fin del bloqueo a la isla y la gratitud a las brigadas médicas cubanas que apoyan el enfrentamiento a la pandemia del nuevo coronavirus en decenas de naciones.

El cineasta Michael Moore, los actores Dany Glover y Ron Perlman, el guitarrista Tom Morello, la cantante Barbara Dane, dejaron conmovedores testimonios.

Dionne Warwick, Arturo O Farril, Jane Brunnet, Susana Bacca formaron parte de un cartel compartido por los Van Van, Alexander Abreu y Havana de Primera, Omara Portuondo, el Septeto Santiaguero, la Aragón, Síntesis, Mezcla y Omar Sosa, entre otros.

El concierto fue como un antídoto contra el virus del odio y la intolerancia. Florecieron la amistad y la hidalguía.