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La Habana, Cuba. – El interés de una veintena de países por incorporarse al Grupo Brics confirma el proceso en marcha de reconfiguración del mapa global.

Desde 2009, Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica vienen trabajando en la conformación de un bloque estratégico que de manera sólida pone en cuestionamiento cualquier otro poder económico.

Esos cinco países, por si solos, representan a la mitad de la población mundial, el 40 por ciento de la superficie del planeta y el 23 del Producto Interno Bruto global.

Son cifras descomunales a las que se sumarán las de otras naciones por el creciente interés por cerrar filas en ese conglomerado de gigantes, que pretende crear un sistema mundial mucho más justo y equilibrado en las relaciones entre países, aplastados por un sistema que hoy claramente favorece a Occidente.

De la economía a la política

Para el Sur subdesarrollado, el Grupo Brics constituye un especial polo de atracción a partir de un evidente potencial de crecimiento económico.

El bloque posee una gran extensión territorial y múltiples recursos naturales, lo que esboza grandes oportunidades y una mayor competitividad.

Y que nadie lo dude, de la economía se pasa a la política y ese paso significará, más temprano o más tarde, el reto a Estados Unidos, una potencia en relativo declive que cada día tiene que lidiar con un creciente desafío internacional.

Por eso, está latente hoy más que nunca la posibilidad de redefinir el actual equilibrio mundial de poderes. Por supuesto que aún queda mucho por avanzar en todos los campos, pero el camino marcado por los Brics apunta a un nuevo dibujo del mapa geopolítico mundial.