Compartir

La casa de la calle Brückengasse, donde nació Marx

La Habana, Cuba. – La casa de Treveris, donde el 5 de mayo de 1818 nació Karl Marx, es un museo que guarda todas las obras del pensador alemán, como así libros y toda clase de material que ilustran sobre su vida personal, estudios y carrera.

El número 664 de la calle Brückengasse, que en la actualidad lleva el número 10, es una especie de santuario del marxismo, una teoría que aún “no ha sido superada”, como afirma rotunda la filósofa cubana Isabel Monal, aunque admite que la caída del campo socialista europeo significó “un golpe terrible” para la teoría y la práctica de esa corriente de pensamiento.

Isabel Monal, siente veneración por Marx

A los 83 años, con una lucidez envidiable, Monal asegura que el marxismo no está escrito en piedra, pues es una filosofía inacabada, “en permanente evolución con rectificaciones, enriquecimientos y apropiaciones de nuevos conocimientos”.

La Doctora en Ciencias Filosóficas y Máster en Artes señala que esa corriente se nutre de nuevos estudios que la modifican y enriquecen, junto a las más recientes experiencias históricas que aportan experiencias.

En ese sentido destaca el aporte de Cuba, que creó “un nuevo sistema, un nuevo tipo de democracia, que no es perfecta, pero es nueva y abre un camino de desarrollo”.

La estudiosa explica el aporte cubano a partir del hecho de que “es el único caso de cambio en América Latina, donde las masas populares tomaron el poder. Los demás lo que han hecho es llegar al gobierno, que es importante, como en Venezuela, pero nunca tocaron el poder económico que siguió funcionando de la misma manera”.

“Hoy uno de los problemas en América Latina es la presencia del imperialismo en alianza con grupos oligárquicos nacionales”, dice la filósofa, quien posee títulos de las universidades de La Habana y Harvard y del San Francisco State College.

Monal recuerda que el marxismo sufrió un golpe terrible con la caída del campo socialista europeo y la desaparición de la Unión Soviética, que eran sociedades supuestamente asentadas sobre esa interpretación filosófica que “en algún momento se perdió”.

“Se impuso por un número de años un pensamiento único que puso al imperialismo en el centro del planeta”, subraya con un movimiento de manos.

Sobre el resurgir de los estudios marxistas en el mundo asevera que las últimas crisis del capitalismo “obligaron a muchos a buscar la manera de salir de ellas y entonces empezaron a volver la vista hacia “El Capital” de Marx”.

No obstante critica el hecho de que en algunos países, como Brasil, la presencia del marxismo en la vida política es casi nula, pero el nivel académico y teórico “es envidiable por altísimo”.

“Yo veo el trabajo teórico inseparable de la lucha por el cambio social o por la defensa del cambio”, explica la académica, quien es la directora de la revista “Marx ahora”, una publicación semestral de la Cátedra de Estudios Marxistas Julio Antonio Mella del Instituto de Filosofía de la Universidad de La Habana.

Después de señalar que hay muchos investigadores cubanos que se concentran en lo que pasa en América Latina, afirma que “la mayoría aborda asuntos de Cuba, centrados en los problemas de la sociedad cubana contemporánea que son muchos”.

Isabel Monal, una estudiosa del marxismo

En ese sentido reconoce la validez del proceso de reformas que se lleva a cabo en la isla bajo la conducción del Partido Comunista, transformación que considera como “una evolución de la sociedad anterior, que no es una negación de lo que hemos hecho hasta ahora, sino un salto de desarrollo”.

“El marxismo no es solo la crítica a la sociedad capitalista, sino que también es un proyecto de nueva sociedad y una interpretación de la evolución histórica y social”, apunta la estudiosa, quien desde 1980 hasta 1991 se desempeñó como funcionaria de la UNESCO, en Paris, como especialista del programa de Educación Superior.

Monal no es solo una estudiosa del marxismo, sino que se confiesa como una enamorada de esa corriente filosófica, por eso siente veneración por Karl Marx, cuyo bicentenario se celebra este sábado.

“Es el pensador más grande, el hombre que más ha influido hasta hoy en la historia universal”, asegura antes de afirmar sin sonrojo que Marx no ha muerto nunca.