Un mezquino ejercicio politiquero está haciendo que los partidos tradicionales mexicanos asuman un triste papel.
Pese a que la labor diplomática de la presidenta Claudia Sheinbaum frente a las exigencias de Donald Trump, ha logrado evitar aranceles adicionales y otras tensiones, las tiendas políticas de la oposición descalifican sus pasos.
El Plan México ha sido la estrategia diseñada por el gobierno desde que las amenazas de Trump hicieron presagiar peligros. Por el momento, las nubes pasaron; pero, en cualquier caso, el país estará fortaleciendo su economía para depender menos de lo externo.
Eso busca el Plan México, dado a conocer en detalle por Sheinbaum este jueves.
No obstante su amplio diapasón en materia de desarrollo y atención a las problemáticas sociales, diputados de la oposición lo tildaron de insuficiente.
Flaco favor a la nación.
Lejos de cerrar filas como demanda el momento, la actitud de los partidos Revolucionario Institucional y Acción Nacional, busca agujerear la unidad de las mayorías en torno a Sheinbaum.
Pero es un ejercicio inútil frente a la manera en que ella está logrando capear todo un temporal de amenazas del Norte.
Además, nada podría señalarse a los 18 programas en que se desgrana el Plan México, y que van desde la autosustentabilidad alimentaria y un patrón de producción energética menos contaminante, hasta el desarrollo industrial, la construcción de viviendas y dotar de electricidad a los parajes que no la tienen.
Aunque nació como respuesta a Trump, el Plan México busca solución a problemas que desde los tiempos de Lázaro Cárdenas ningún presidente atendió, hasta la llegada de López Obrador. Su labor la prosigue Claudia.