La Habana, Cuba. – Recientemente en la Casa Blanca sucedió algo que parece haber sepultado la vieja cantaleta sobre la libertad de prensa.

La agencia española EFE reveló que Donald Trump expulsó de una rueda de prensa al periodista de la CNN, Jim Acosta.

Su pregunta rezaba sobre la caravana migratoria que no agradó al presidente quien le ordenó que dejara el micròfono, eres maleducado y una persona terrible. El mandatario agregó que la CNN deberìa estar avergonzada por tenerlo trabajando para ellos.

En tal escenario una de sus auxiliares trató de arrebatarle el micrófono al reportero, pero no pudo. Se trata de otra embestida de Trump contra la CNN, aunque no la única, también lo ha hecho hacia otros medios.

Posteriormente, Acosta fue defendido por un colega de la cadena NBC.

Muerta la libertad de prensa que vende Washington

En días pasados Trump echó al reportero de la CNN, Jim Acosta, de una rueda de prensa porque su pregunta no le agradó.

Pero no fue la única acción represiva contra el periodista, porque la vocera de la Casa Blanca, Sarah Sanders informó en un comunicado que como resultado del incidente, se suspende la credencial permanente del periodista involucrado hasta nuevo aviso.

Esa credencial faculta a sus corresponsales a cubrir las actividades diarias del presidente Donald Trump. Sin embargo, el comunicado afirma que Trump cree en la libertad de prensa.

Todo un cinismo cuando Washington invierte numerosos recursos y se erige en fiscal para deformarla en otros países donde hay gobiernos que no le agradan.

El reciente espectáculo en la Casa Blanca establece un simbólico en paz descanse a la libertad de prensa que vende en el orbe.