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La Habana, Cuba. – El futuro político de España está lleno de incógnitas, tras los resultados de las elecciones del domingo último, cuando ningún partido logró la mayoría necesaria para formar gobierno.

Y es que para poder entrar sola al Palacio de La Moncloa, el sistema parlamentario español exige que una agrupación política obtenga al menos 176 de los 350 escaños del Congreso.

Pero esa cifra no la consiguió ni el Partido Socialista Obrero Español, del aún presidente Pedro Sánchez, ni los conservadores del Partido Popular, liderado por Alberto Núñez Feijóo.

Como ninguno de esos dos pesos pesados de la política española llegaron a la meta, ahora tratan de buscar alianzas con agrupaciones más pequeñas para poder inclinar la balanza parlamentaria hacia uno u otro lado, lo que permitiría formar gobierno.

Negociar el poder

Tanto el Partido Socialista Obrero Español como el Partido Popular coquetean ahora con las pequeñas agrupaciones regionales para intentar formar una coalición gobernante.

Por supuesto que ese acercamiento ofrece un mayor protagonismo a los reclamos de distintos grupos nacionalistas e independentistas en Cataluña, Navarra y Canarias, entre otros.

En ese ajedrez político, lo más peligroso es que los Populares compartan poder con Vox, un partido de ultraderecha que esperaba mucho más de los comicios del domingo último, cuando perdieron 19 escaños.

En general, las negociaciones prácticamente acaban de empezar y cada cual trata de acercar la brasa a su sartén, pero esos pactos se vislumbran como muy complejos por los dispares intereses de los encartados y eso hace que España está en la incertidumbre.