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La Habana, Cuba.- Los drones y misiles lanzados por Irán en respuesta a los bombardeos israelíes han confirmado que Teherán tiene capacidad de respuesta, pese al asesinato de una veintena de sus líderes militares y los daños a su industria nuclear con fines pacíficos, incluyendo la muerte de una decena de sus científicos.

Es un enfrentamiento dispar: Tel Aviv tiene una aceitada maquinaria de guerra respaldada por Washington, pese al desgaste de más de un año de asedio a Gaza, los ataques a Hamas, y a Siria y Líbano.

Pero fuentes sanitarias de Israel contabilizaban el domingo en más de once sus muertos, y unos 200 heridos. La tercera fase del operativo iraní se efectuó luego de burlar el sistema defensivo de Israel conocido como la cúpula de hierro, lo que significa un golpe a su invulnerabilidad.

Autoridades israelíes han dicho que Teherán ya no es intocable: Israel, tampoco.

Chance a la desescalada

La declaración de guerra de Israel tiene lugar luego de los golpes infligidos a otros componentes de la resistencia anti-sionista en Medio Oriente como el movimiento Hezbolá de Líbano y el palestino Hamas, lo que le pudo asegurar que la respuesta a su agresión contra Irán, no tendría un calado mayor.

Sin embargo, se sabe que las Fuerzas Armadas de Yemen participaron junto a Irán en sus operativos de defensa, de manera coordinada.

Teherán ha denunciado la sabida connivencia de Washington con Tel Aviv, y advirtió que atacará las bases del Pentágono. El peligro de una extensión del conflicto es real.

En busca de una salida honorable contra ello, el Canciller iraní dio cuenta de la disposición de su país a detener las acciones, Si Israel hace lo mismo. Su respuesta y la actitud de la Casa Blanca, seguirán decidiendo.