La Habana, Cuba. – En la estrategia de Estados Unidos para forzar un cambio político en Venezuela acaban de estrenar un nuevo agente, se trata de Elliott Abrams.

Identificado con las posiciones más extremas y con una larga trayectoria de sucias acciones contra Latinoamérica, Abrams llega de nuevo al escenario político de Washington como material reciclado después de una larga trayectoria de intromisiones y acciones encubiertas en países de Centroamérica y en la propia Venezuela, donde se involucró en la ejecución el golpe de Estado contra Hugo Chávez en abril de 2002.

Ahora bajo la guía de la administración de Donald Trump regresa con la misión de derrocar a la Revolución Bolivariana y establecer un régimen cipayo a los intereses imperiales.

Elliott Abrams, personaje de las penumbras

Condenado por la justicia e indultado por el presidente George H. W. Bush por su participación en el escándalo Irán-Contras, Elliott Abrams tiene una sucia ejecutoria en El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua donde desarrolló acciones encubiertas contra la Revolución Sandinista y los movimientos revolucionarios.

Encargado ahora de hilvanar una conspiración contra Venezuela, este oscuro personaje de la política imperial ya se ha reunido con líderes de la oposición venezolana y traza acciones para apuntalar el golpe de Estado orquestado desde Washington y que tiene como cara visible a Juan Guaidó, autoproclamado presidente.

Por su historial, Elliott Abrams ha sido llamado a las filas imperiales para acometer sucias acciones contra Venezuela y su pueblo.