La Habana, Cuba. – En una rápida reacción, los países del ALBA sostuvieron el miércoles una reunión que reivindicó la exigencia de respeto a la soberanía de Latinoamérica y el Caribe frente al intervencionismo de Estados Unidos.
El despliegue de 4000 de sus soldados enviados al Caribe resulta una amenaza a la integridad de los países de la región que la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América, ha rechazado.
La medida fue dada a conocer por el diario The New York Times, al develar la orden cursada por el presidente Donald Trump, supuestamente, para combatir el narcotráfico.
Esa decisión es consecuente con la denominación de terroristas que el mandatario impuso a siete cárteles (cinco mexicanos, uno salvadoreño y otro venezolano), con lo cual se atribuye la facultad de enfrentarlos por la vía militar. Ello significa que se ha arrogado también la potestad de violar el territorio de SUS países.
Venezuela en la mira del imperio
La presencia militar estadounidense es doblemente preocupante para la integridad de Venezuela y de su presidente Nicolás Maduro, a quien, de forma desvergonzada, la Casa Blanca acusa de estar vinculado con redes narcotraficantes.
Pero este reverdecer de la política yanqui de las cañoneras nos amenaza a todos. En tal sentido, la Cumbre del ALBA celebrada esta semana rechazó el despliegue de fuerzas militares de Estados Unidos bajo pretexto falso, con la clara intención, denunció, de ejercer políticas ilegales, injerencistas y contrarias al orden constitucional de la región.
Además, los miembros de la Alianza ratificaron su respaldo al presidente constitucional de Venezuela, y denunciaron que las acusaciones infundadas de Washington solo buscan deslegitimar Gobiernos soberanos.
La integridad de Latinoamérica está bajo amenaza. La denuncia ha sido hecha.