La Habana, Cuba. – La 55 Serie nacional de Béisbol ya es historia y entre sus principales animadores están Ciego de Ávila y Pinar del Río, dos conjuntos que ni dan ni piden tregua y que salen en cada juego a dejar la piel sobre el terreno en busca de la victoria.

Un play off final que fue necesario llevar hasta el séptimo y definitivo partido corrobora la entrega con que ambos equipos lucharon por cernirse la corona en el deporte más popular y seguido por los cubanos: la pelota.

Cuando comenzaron los juegos del play off semifinal, los ahora Campeones, Ciego de Ávila tenía ante sí un duro escollo, Industriales.

Si bien los azules no transitan por su mejor momento, cargan en sus espaldas una larga historia de victorias y de nombres que por derecho propio deben estar en cualquier texto de historia de la pelota cubana.

Con su punto más flaco en el área de los lanzadores, los Leones de la capital llegaron al play off con una fuerte ofensiva, capaz de aplastar cualquier picheo en un simple titubeo, además de desarrollar una mecánica de juego que cumple con todas reglas del deporte de las bolas y los strikes, de ahí que Ciego de Ávila no parecía tenerla fácil.

Pero como dice el refrán popular “la pelota es redonda y viene en caja cuadrada”,  los Tigres se plantaron bonito ante sus rivales y los vencieron en 4 juegos al hilo, en una barrida histórica de la que aún se habla en las peñas deportivas y que puso a los avileños a esperar por el rival que saliera del otro play off semifinal, donde Matanzas y Pinar del Río se veían las caras.

Con una de las nóminas más completas que han tenido en años y con la condición de haber concluido como cabeza de tabla en la etapa clasificatoria, Matanzas se perfilaba como el equipo a derrotar, mientras sus rivales, con larga tradición de victorias habían completado un ciclo de dificultades que no los perfilaba como favoritos. Pero la historia guardaba sorpresas.

Con el play off favorable 3 victorias por 2 a favor de los Cocodrilos y jugando en estadio ajeno, los Vegueros dejaron otra vez más a la afición matancera con las esperanzas, al ganar los dos últimos partidos y asegurarse su paso a la final frente a Ciego de Ávila.

Desgastados física y mentalmente por el esfuerzo ante los matanceros, los del Occidente cubano entraron con mal paso al play off final, al perder los 3 primeros desafíos, resultado que los colocó al filo del desastre y que hizo pensar a muchos que el triunfo de Ciego de Ávila era inminente.

Cuando muchos ya aseguraban la derrota pinareña, como ave fénix encadenaron 3 victorias que los llevaron a emparejarse con sus rivales y obligar a desarrollar el séptimo y decisivo partido, donde ambos conjuntos estaban en igualdad de condiciones.

La historia ya se conoce, una ofensiva despiadada y un picheo de Dachel Duquesne y Yunir Cano indescifrable, fallos en la mecánica defensiva y escaso bateo, sellaron la derrota de Pinar del Río y abrieron a Ciego de Ávila la condición de Campeón por segundo año consecutivo.

Con independencia de los resultados, el play off de la Serie Nacional de Béisbol dejó un buen sabor, con Ciego de Ávila y Pinar del Río como sus principales animadores, en una batalla deportiva que hizo gala a la expresión de los antiguos guerreros de Esparta “con el escudo o sobre el escudo”.